jueves, 2 de febrero de 2012

14 años (sin pena) y sin Gloria



Recuerdo el primer día que leí una poesía.

Era el día de reyes y mis padres me regalaron un libro de poesías. Al principio me sorprendí, ya que como todos los niños, me esperaba uno de los juguetes de los que había en mi lista. Sin embargo, al leer alguna y ver que tenían un especial sentido cómico y eran divertidas, empecé a cogerle el gustillo, haciéndole incluso algo más de caso que a los juguetes que sí me habían regalado.

Ese día yo tenía 8 años, y ese libro se llamaba (y se llama) “Versos fritos”. Autora… quién sino: GLORIA FUERTES.

Querida Gloria…  gracias a tí, comencé a descubrir el valor de las palabras, comencé a sentir que la lectura era otro mundo distinto, otro aire, otra vida. Gracias Gloria, por nacer un caluroso 28 de julio de 1917 con ganas ya de hacer un poquito más feliz al mundo con tus manos y tu espíritu, ese espíritu luchador que no te abandonó nunca, ese espíritu con el que creías que una vida mejor en los corazones de cada uno, podía ser posible. Gracias a ti, Gloria, mi infancia tuvo un matiz especial, un color distinto que fluía por mi mundo cada vez que abría uno de tus libros, en busca de la amistosa compañía de Don Guindongui, la bruja Burbuja, Mari Sarmieto ( a la que un día se la llevo el viento…), el niño somalí, o por su puesto, Dorotea y su querida azotea.
Y es que Gloria…aunque tú ya no estés con nosotros, tus versos volarán eternamente por mucho tiempo que pase, haciendo feliz a cada niño, que afortunadamente, sus padres decidan sustituir un juguete por uno de tus tesoros.

Gracias, simplemente, por haber existido, regalándonos pedacitos de ti, como los siguientes, entre muchos…

Para niños…

EL TORITO EN LA PLAZA

Cuando el toro barre la arena
con el rabo,
es que tiene más de cuatro años.
El torero no se deja coger
(es que el toro no le quiere hacer daño).
Cuando el toro muge en el ruedo,
es que tiene miedo.
Cuando el toro no embiste 
en el albero,
es que tiene pena del torero.
Cuando le pica el picador,
el toro siente mucho dolor.
El toro no tiene ganas de jugar
y juega.
El toro es noble.
El torero, valiente.
Suena la música.
Aplaude la gente.
El toro está malito,
respira mal.
Y dice el torito:
- ¿Por qué ahora aplaudirán?
Nota: Me gustarían los toros si al final,
no tuvieran al toro que matar.

DON LIBRO ESTÁ HELADO

Estaba el señor don Libro
sentadito en su sillón;
con un ojo pasaba la hoja,
con el otro ve televisión.

Estaba el señor don Libro
aburrido en su sillón,
esperando a que viniera... (a leerle)
algún pequeño lector.

Don Libro era un tío sabio,
que sabía de luna y de sol,
que sabía de tierras y mares,
de historias y aves,
de peces de todo color.

Estaba el señor don Libro
tiritando de frío en su sillón;
vino un niño,
lo cogió en sus manos
y el libro entró en calor.

DON GUINDONGUI

Don Gindongui
y don Domingo
se visten de ringorringo
muy vestidos y elegantes
con su sombrero y sus guantes.

Don Guindongui
se hace “el longui”
a la hora de pagar
las cervezas en el bar.
Don Guindongui
es muy tacaño,
no paga casa
hace un año.

Y vestido de domingo.
los domingos don Domingo
va a misa con el Guindongui.

Después toma aperitivo
en la tasca del tío Mingo,
y le tiene que invitar
don Domingo como siempre
a copita y calamar.

Y a veces cae una gamba.
¡Qué caramba!


Y para no tan niños…

EL NIÑO SOMALÍ

 ( dedicado a los mayores )
Hoy tengo la gripe,
pero no me duele la espalda.
Hoy sólo me duele la mirada,
de ese niño somalí.
Es un niño que no tiene nada.
Niño sin juguetes, sin comida,
sin agua.
Estuve allí,
y le dije al niño somalí:
- te traigo unos cuentos.
y el niño me dijo con la mirada:
- yo no estoy para cuentos
ni para nada.
Hoy tampoco estoy para versos
porque me duele la mirada
de ese niño de Somalia.
Es un niño que sólo tiene moscas
en los ojos y en los labios secos.
(son de esas moscas
que sólo pican a los muertos).

EL DOLOR ENVEJECE MÁS QUE EL TIEMPO

El dolor envejece más que el tiempo,
este dolor dolor que no se acaba,
y que te duele todo todo todo
sin dolerte en el cuerpo nada nada.
A tantos días de dolor se muere uno,
ni la vida se va,
ni el corazón se para,
es el dolor acumulado el que,
cuando no lo soportas,
él te aplasta.
Mi accidente será un buen epitafio:
Cuando una calle bajo el sol cruzaba,
de dolor – o de amor – es lo mismo,
murió desbaratada.

AUNQUE NO NOS MURIERAMOS AL MORIRNOS

Aunque no nos muriéramos al morirnos, 
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.
Muerte es que no nos miren los que amamos, 
muerte es quedarse solo, mudo y quieto 
y no poder gritar que sigues vivo.

TODO EL PASADO

Todo el pasado se quiere apoderar de mí 
y yo me quiero apoderar del futuro, 
me dislocan la cabeza para que mire atrás 
y yo quiero mirar adelante.
No me asustan la soledad y el silencio, 
son los lugares preferidos de Dios 
para manifestarse.
Mi eterna gratitud a los que me quieren, 
siempre les recordaré a la hora del sol.
No puedo detenerme, 
perdonad, tengo prisa, 
soy un río de fuerza, si me detengo 
moriré ahogada en mi propio remanso.


"Nos basta una mano para matar.
Necesitamos dos para acariciar,para aplaudir
y todas las del mundo para conseguir la paz"